Esclavos del tiroliro

Si alguno de vosotros es asiduo lector del diario El País,a lo mejor leistéis un artículo de Rosa Montero publicado en su dominical del 26 de febrero bajo el título Los tiranos del tiroliro.
El artículo refleja la impotencia de tantos sufridos clientes de las operadoras de telefonía de este país a la hora de intentar solucionar un problema a través del servicio de atención al cliente.
Me he enterado hoy de la existencia de este artículo al leer unas cartas al director en el dominical de hoy referidas al texto en cuestión. Una proviene de una ex-teleoperadora y la otra de un lector muy agradecido a la autora por su artículo. La verdad es que no entiendo su agradecimiento, más bien tendría que ser solidaridad porque no creo que leerlo le haya solucionado sus problemas con una compañía de telefonía, pero bueno...

Bueno, el caso es que gracias a la carta de la ex-teleoperata, bastante mosqueada la chavala, he leído el artículo donde esta mujer narra lo que ella llama "sistema verdaderamente demoniaco para neutralizar la más mínima queja" .
Lo que viene a decir es lo mismo que dicen tantos otros clientes cabreados sólo que de una manera muchísimo más literaria, lógicamente. Puedo estar de acuerdo en lo que expone pero no me ha hecho ni puta gracia que a los que, por obligación, formamos parte de ese demoniaco sistema se nos llame pobres tipos que no tienen ni idea del asunto, pringados que sólo saben cuatro reglas básicas escritas ante sus ojos en un folio plastificado, maraña de voces sin sentido, tapón de plena ineficacia...

Sólo espero que esta gran escritora no forme parte de ese grupito de cientos de miles de españoles que prefiere llamar a un número de información telefónica, completamente ajeno a su proveedor de servicios, antes que mirar las instrucciones del móvil para ver cómo quita el vibrador o que creen que el panel de control es algo que debe estar en las cabinas de los aviones...

Los esclavos del tiroliro también estamos un poco hasta la narices.