Los gratuitos

Nada, que viendo el anterior post y ahora este que voy a escribir, parece que los diarios gratuitos son una buena fuente de noticias...
Los que madrugamos para ir a currar en Metro solemos encontrarnos con las chavales/as que, con mayor o menor entusiasmo, te dan algo de lectura para amenizar el viaje (siempre y cuando no tengas que ir en el vagón como sardinas en lata, con el listo de turno que despliega el periódico aunque le esté metiendo las hojas en la boca al de al lado).
El otro día, en ADN descubrí que una de mis escritoras favoritas, Lucía Etxebarría, escribe una columna en la última página del diario. Me llamó la atención el tema que trataba: "Sin conexión y pagando". ¿Os suena? Sí, sí, como se suele decir, Mal de muchos consuelo de tontos... Sobre todo me gusta el final:

Dado que he invertido seis días y una considerable cantidad de dinero en este timo de 'timófónica' sería un detalle que no me cobrasen tal cantidad o que, al menos, algún comercial de la compañía me llame para explicarme cómo narices se gestiona la reclamación, dado que en el 1004 no han sabido decirme cómo hacerlo. Ustedes saben mi número, les espero.

Me encantaría saber si lo ha conseguido.
En su última columna, el lunes pasado, nos cuenta cómo en el gremio periodístico los contratos (o los no-contratos) de mierda también están a la orden del día. En todas partes cuecen habas.

Cambio de tercio y me voy al diario Qué. He de decir que no me gusta este periódico, me parece demasiado sensacionalista y un poco chorra, pero es gratis y trae un sudoku para pasar el rato (el ADN trae dos y uno es bastante chungo, minipunto para ellos).
Hoy se han desmarcado con un estudio en el que se afirma que, según los mejores especialistas, hablar más de cuatro horas al día es perjudicial para nuestra salud.
No pongo enlace a la noticia porque no lo encuentro (su web es muy extraña, una especie de compendio de blogs pero sin el diario en sí), así que cito lo más interesante (seguro que ya lo habréis leído u os lo han contado pero por si las moscas):

Hablar más de cuatro horas al día pone en peligro la salud de nuestras cuerdas vocales y más en nuestro caso que, junto a los italianos, somos los más "gritones" de Europa. (...) Las gárgaras de miel y el huevo crudo siguen siendo efectivos, además del ajo, otro remedio casero de toda la vida. (...) Los trastornos de la voz son el principal motivo de baja laboral entre los profesores, seguidos de cantantes y periodistas.

Vaya por Dios, los teleoperatas no entramos en este saco pero yo tengo la garganta hecha mierda. Ocho horas diarias hablando sin cesar, alzando el tono de voz porque no te oyen/entienden... Joder, si es que la nuestra es una profesión de riesgo.
En cuanto a los remedios, no puedo evitar pensar en mis compis del club de la maruja haciendo gárgaras con miel y jugueteando con el ajo y el huevo entre llamada y llamada. "Buenos días, ¿en qué puedo ayudarle?" Mute: Glglglglg "Un momento, por favor" Mute: Glglglgl, ¡¡mierda, el huevo! Uuhhhh, si te he puesto perdida... "No, no es a usted, un momentito" Mute: Glglaquemoslíaoglglglgl....
Me parto yo sólo...

Vaya rajada de post otra vez, lo siento, me crezco por momentos. Ah, y el 20 minutos me sigue pareciendo el mejor diario gratuito.