15 abril, 2007

El vacío



Hoy he ido a ver el monumento a las víctimas del 11-M, junto a la estación de Atocha.
Qué mal rato... me ha faltado el canto de un duro para echar unas lagrimitas.
Había pasado por delante varias veces y me parecía de lo más soso, pero visto desde dentro es jodidamente emocionante.


Curiosamente, El País publica hoy un Cómo se hizo en forma de reportaje fotográfico bastante interesante.

3 comentarios:

Soundtrack dijo...

En primer lugar, opino que un monumento de esta índole, no solo puede emocionar, sino que debe hacerlo, impidiendo que el olvido entierre ese momento y sus consecuencias...

Y ahora, la última vez que estuve en Atocha aun no había nada de eso... Para los que nos pilla un poco lejos, ¿cómo es?

chousas dijo...

Han hecho un gran trabajo. Algo modesto a primera vista por fuera, y profundamente emocionante por dentro. No he podido verlo con mis propios ojos, claro, pero cuando salió por la tele me faltó el mismo canto del mismo duro a mí también.

Anónimo dijo...

Soundtrack, por fuera es una especie de cilindro de cristal en una rotonda que no dice mucho. Pero si accedes desde la estación, entras en una habitación azul presurizada (te meten primero en una especie de cámara de cristal donde están los nombres de todas las víctimas, cierran la puerta y luego abren la otra para entrar a la habitación en sí), te colocas debajo del cilindro y hay una especie de plástico que está como flotando por dentro del cilindro y donde están escritos los mensajes que la gente que pasaba por Atocha iba dejando por todas partes.
Entre los mensajes, que son preciosos, los recuerdos (que no los son) y las caras de todos los que están a tu alrededor... pues te emocionas, y mucho.

Si miras las fotos de El País, podrás ver como está hecho y entenderlo mejor, porque yo me explico de pena.

Cuando vengáis a Madrid no lo dejéis pasar, es un mal rato que vale mucho la pena.

Saludos!!