¿A esto lo llaman mejorar?

Hace ya una temporada que se aprobó la denominada Ley de Mejora de la Protección de los Consumidores y Usuarios. Por fin alguien se acrodaba de nosotros, de los consumidores, y se empezaba a poner coto a las tropelías de determinadas compañías.
Entre esas tropelías estaba el famoso redondeo que nos aplican como y cuando les sale de las pelotas.
Y cuando parece que se va a solucionar el asunto te encuentras con que tu compañía de telefonía móvil ha decidido que va a subir el precio del establecimiento de llamada. ¡Serán cabrones, lo que nos quitan por un lado nos lo meten por otro! ¡Ahora mismo me cambio de compañía, vamos que si lo hago! Pero... iluso de ti... ¡si las otras van a hacer lo mismo!
¿Esto es la libre competencia? Y una mierda. Esto es un abuso de posición dominante de las tres grandes que no sólo se ríen de nosotros sino que se ríen de la ley (se la pasan por el forro, vamos). Me cago yo en esta forma de mejorar la protección de los consumidores.
Entonces, ¿que solución nos queda? ¿Nos vamos todos a Yoigo? Al menos, parece que ya están compensando a los clientes por las molestias que les han ocasionado. La cosa está en que no sigan ocasionándolas...
¿O nos vamos a una virtual de esas nuevas? Yo, desde luego, no voy a tener un móvil de Carrefour, eso lo tengo más claro que el agua. Si todavía fuera de MaxiDia...
Vaya tela.


Cambiando un poco de tema, sólo un poco porque también va de timos legales, mi amigo Polen nos ha dejado en un comentario un enlace a este artículo de El País que no tiene desperdicio:

Mi hermano es minusválido psíquico. (...) Siente que todo el mundo a su alrededor tiene pareja y él no. Entonces encuentra su salida... sólo tiene que enviar un mensaje y encontrará pareja. (...) Pero ¡oh, sorpresa!, al otro lado no hay nadie, es una simple máquina o una teleoperadora que sólo realiza su trabajo. Llega la factura...

Bendita protección la de nuestras leyes.